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noticias de la Provincia de SANTA FE: El análisis de la experta en educación Graciela Frigerio: "Hay que renacionalizar la educación" (El Litoral)

30.8.05

El análisis de la experta en educación Graciela Frigerio: "Hay que renacionalizar la educación" (El Litoral)

Hay que renacionalizar la formación docente y el salario, para empezar". Con esta frase, la experta en educación Graciela Frigerio reclama un papel más activo del gobierno nacional en materia educativa. Graciela Frigerio es creadora y directora del Centro de Estudios Multidisciplinarios (CEM), donde desde 1995 realiza investigaciones sobre distintas problemáticas que afectan a niños y jóvenes. Fue reconocida el año pasado por el gobierno de Francia, que le otorgó la Orden de las Palmas Académicas. Doctora en Ciencias de la Educación se radicó en Francia entre 1975 y 1986, donde obtuvo el doctorado en sociología de la educación en la Sorbona. La especialista estuvo en Santa Fe donde disertó en el Congreso Educativo Provincial, organizado por el gremio Amsafe, ante unos 1.500 docentes que escucharon acerca de su profunda preocupación por los problemas educacionales.

Habló de la "tristeza de los docentes que ofrecen una lucha" en un mundo de "extrema crueldad", se mostró preocupada por la existencia de un sistema educativo desmigajado, e instó a resucitar en el debate social palabras de mucha significación como "emancipar", "educar" y "vivir". Siempre tuvo una mirada crítica de la reforma educativa, pero lejos de un discurso totalitario aboga por tener en cuenta los matices. "Las sociedades no avanzan cuando alguien quiere hacer tabla rasa permanentemente", dijo cuando El Litoral la consultó sobre si estaba a favor de derogar la Ley Federal de Educación.

-¿Qué supone renacionalizar la educación?
-Que dependa del Ministerio de Educación de la Nación, que la formación de los docentes sea igual para todos los maestros que trabajan en cualquier parte del país, que el salario sea para todos iguales, que cualquier docente pueda trabajar en otra provincia sin ser un extranjero, y que cualquier pibe pueda ir a cualquier lugar sin sentir que cambió de mundo. Se trata de pensar si queremos algo común, sin ignorar lo local, lo regional o lo singular.

-Cuando se propone renacionalizar la formación docente y el salario ¿hay que pensar en mayores recursos económicos?
-Renacionalizar la formación docente no implica más recursos. No digo que no tenga que haber más dinero para educación, sino ver cómo se distribuye lo que hay. Si una Nación no puede tomar a su cargo la formación de los docentes que tienen la responsabilidad de formar a las generaciones presentes y futuras, ¿qué hay que esperar?

-Por los resultados negativos que se están viendo ¿considera que debe ser derogada la Ley Federal?
-Siempre es bueno preguntarse si la ley que uno tiene es la mejor o si es posible una ley más pertinente, en el sentido de más justa. Si tenemos condiciones propositivas de avanzar colectivamente en una ley mejor, me parecería oportuno. Pero también quiero destacar que en el momento que se votó la Ley Federal, mucha gente con plena buena fe pensó que era la ocasión de un cambio. El problema no estuvo tanto en los actores, sino en algunos defectos de la ley serios y graves que desbarajustaron, desmembraron, desperdigaron lo que había sin proponer nada a cambio, que dejaron la educación técnica y artística al garete. Pero estos defectos de la textura de la ley se vieron agravados por el modo prepotente con que se intentó hacer de una norma defectuosa un principio cotidiano.

-¿Entonces defiende o critica a la ley?
-Yo siempre critiqué la ley, me opuse. No me desdigo de lo dicho, pero no me parece que haya que ignorar que mucha gente encontró en esos tiempos posibilidades de hacer cosas, y no habría que confundirlo todo. Es bueno que las leyes acompañen a las realidades, pero sería na•f pensar que la existencia sola de una ley provoca una realidad; más bien ésta se construye por los sujetos que se posicionan frente a una ley, que la interpretan y la aplican. No hay que desconocer que muchas escuelas encontraron una oportunidad, hay que empezar a ser cuidadosos y tener matices. Las sociedades no avanzan cuando alguien quiere hacer tabla rasa permanentemente. La pregunta que hay que hacer es qué hacemos con esta historia, con un sistema educativo que no es nacional. Algunas respuestas han sido dadas: hay que renacionalizar algunas cuestiones: formación docente y salario docente, para empezar. Hay que hacer efectivo un sistema educativo nacional, y no es una decisión que se pueda tomar si no hay gente que coincida con esto.

-Usted denunciaba en su disertación que espera por políticas educativas. ¿Considera que hay un vacío en ese sentido en el país?
-Creo que sí. Tenemos dificultad en estos tiempos para tener una capacidad propositiva en política. Y esto no quiere decir que hay que ignorar la existencia de proyectos y programas, sino que una política conlleva y exige una comunidad trabajando y poner en juego las categorías que se mencionan.

Emancipar y formar ciudadanos
La filosofía y el psicoanálisis son otras fuentes en las que abreva Frigerio para pensar la educación y el contexto social. Por eso, su mirada va más allá del campo de la enseñanza, y así lo dejó en claro al denunciar durante su alocución la realidad de los 8 millones de personas "que se mueren de hambre en el país".

-¿Una escuela que tienda a la emancipación debe pensarse diferente de la que hoy tenemos en Argentina?
-La actividad emancipadora se lleva a cabo en las escuelas que hoy tenemos. Reconocer esto implica también advertir y admitir que muchas veces las condiciones en base a las cuales las escuelas llevan a cabo su tarea emancipadora son sumamente arduas y ríspidas, razón por la cual es importante no renunciar a educar porque los tiempos son adversos. Hay que tratar de modificar las condiciones para que dejen de ser adversas a la educación. Y esto se hace desde dentro y fuera de las escuelas.

-Dentro de la escuela tienen mucha incidencia en ese objetivo los docentes y directivos. ¿Y fuera de ella, quiénes?
-Todo ciudadano. El concepto de ciudadano, cuando no es un concepto burocrático, conlleva un posicionamiento político. Esto no quiere decir partidario o no partidario, sino una preocupación por lo que es justo, un posicionamiento frente a la ley, una participación en la vida común y el despliegue de solidaridades cuando hace falta. No hay ciudadanos que no hagan política desde esta perspectiva; que no lo admitan o no lo piensen en estos términos, no significa que no la hagan.

-¿Por qué advirtió sobre la no pertinencia de la palabra inclusión?
Usamos la palabra inclusión porque testimoniaba el deseo de otra cosa. Ahora, cuando uno se vuelve estricto tiene que reconocer que, en este sistema, los incluidos de hoy no están dispuestos a incluir a nadie más, y que requieren de la presencia del volumen significativo de excluidos para poder construir la plusvalía con la cual obtienen sus privilegios y prebendas. En consecuencia, no querría a nadie "incluir" a un sistema que reprodujera lo que ya está. Por eso, más allá de que la palabra sea dicha con buena voluntad tiene que ser sometida a la crítica y, sobre todo, al reconocimiento de que los que construyen la exclusión no van a permitir la inclusión, y que incluir a lo que ya está no significaría incluir a ninguna justicia, porque lo que hay que modificar son las relaciones de distribución existentes, es decir las relaciones de acumulación.

-¿La deserción escolar se lee como exclusión?
-La deserción escolar es el resultado de un conjunto de variables, es algo por lo cual cualquier educador sufre. Es una de las maneras en que una sociedad donde hay unos pocos que lo tienen casi todo y muchísimos que no tienen casi nada, sigue consolidando esa fragmentación social.

Des-subjetivación
-¿En qué se reflejan las políticas des-subjetivantes de las que usted habla?
-Cuando una sociedad deja que parte de su población camine por las noches por los sectores que tienen capacidad de dejar un resto de comida en los tachos de basura, para obligar a alguien a recoger de la basura algo para comer, lo que se hizo es sacarle a ese alguien su categoría de sujeto. La miseria que hay, la pobreza, el abandono, la falta de hospitalidad, la hostilidad hacia sectores importantes de la población sólo se explican como el resultado de políticas des-subjetivantes, es decir, las políticas que dicen "éstos no son nada, no son nadie". Y como no son nada ni nadie, los podemos ver que se arrastren sin que se nos mueva un pelo.

-¿La escuela tiene posibilidad de rearmar este sujeto?
-Por supuesto que sí, todo sujeto tiene posibilidad de intervenir para que otro tenga frente a sí una mirada subjetivante, no sólo la escuela, cada uno de nosotros como ciudadanos y la escuela en particular.

Mariela Goy

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